jueves, 19 de febrero de 2009

Reflexiones de un viandante

Cómo viene siendo habitual, hoy he perdido el bus. Además de la manera más humillante, ya que se encontraba al otro lado de la calle con las puertas abiertas de par en par y el conductor era una ancianita que estaba enfriando una tarta al lado del retrovisor y me decía que fuera a probar un pedazo. Pero cuando quedaba poco tiempo para que el semáforo se pusiera en verde y pudiera cruzar, caprichos del destino el vehículo se ha puesto en marcha y yo me he quedado con cara de tonto. La misma con la que he cruzado la calle pensando en los minutos que restaban hasta coger el siguiente.

Así que totalmente abatido me he sentado en el asiento de la parada. Faltaban 7 minutos así que no era una completa tragedia. Con la mirada perdida me he fijado sin querer en el anuncio que había en la marquesina. Ya lo había visto antes y me había parecido una mierda, pero ahora que tenía tiempo iba a analizarlo un poco.




(la foto no es muy grande pero igual sabéis que anuncio es)

El caso esque hay un nuevo "capricho" que sólo te cuesta 1.90€. Se llama BBQ Wrap, pero vamos que es el típico nombre de comida que lo pides y no sabes ni lo que te vas a comer. Creo entrever algo de pollo. En la foto todo es verde, excepto el susodicho bocadillo, si esque es realmente un bocadillo, o un kebab, o quien sabe. Con esto se pretende captar la atención del consumidor hacia el "bocadillo", pero no creo que a éste le pase desapercibido que hay un tipo bastante feliz que lo sostiene mientras pega un gran salto. ¿Daría ese salto justo después de que le sirvieran la cosa esta en el McDonalds? Habría quedado como un gilipollas, sobre todo porque se le habría salido la mitad del pollo y se habría manchado de salsa barbacoa.

La foto del BBQ Wrap tiene una buena resolución. Es costumbre fotografíar los alimentos y las comidas para que nos entren bien por los ojos y nos condicione a la hora de adquirirlos o no. A mi no me pasa eso con el BBQ Wrap. Tiene una pinta realmente asquerosa así que no quiero ni imaginarme el gurruño que te darán si te lo pides. Y para colmo, el encargado de retocar la foto ni siquiera se ha tomado la molestia de quitar las manchas de aceite que podemos ver en la servilleta que envuelve a este aborto gastronómico, lo que me hace sentir más aversión hacia él. Es una forma de gritar a los cuatro vientos que además de tener mala pinta es grasiento. Y luego pienso, mira al tío de la foto, sáltando con esa mierda en la mano, menudo pringao. Después el salto tendrá la camiseta manchada, el pollo por el suelo y seguro que no le habrán dado servilletas para limpiarse las manos de grasa.

Además, ¿Por qué salta? Se va a comer una cosa horrible. Barata sí, pero seguro que le dan ardores y se le quitan las ganas de saltar. Aún así seguro que venden bastantes unidades. ¿Si pusieran a tía en pelotas saltando y con una zanahoria en la mano, se dispararían las ventas de ese producto? No creo, pero yo me entretendría más mientras espero el autobús, que por cierto, por fin ha llegado. Tengo hambre. Igual luego como pollo enrollado en pan.

domingo, 15 de febrero de 2009

El tuenti, otra vez...

Otra vez hablando del tuenti. Ya comentaba algo sobre él en mi antiguo blog de enrevesado nombre, pero en este mundo cambiante que es internet, donde las modas van y vienen y todo se va reconstruyendo, no se puede dejar de lado un tema de actualidad como este. Muy a mi pesar, no voy a anunciar ahora su declive, ya que el fenómeno tuenti (que nombre más estúpido) no ha hecho sino crecer desde entonces. Nada nuevo bajo el sol, sólo mi necesidad de plasmar en esta nueva plataforma el ferviente deseo de que se vaya al carajo sino hoy, mañana o el día siguiente. Pero por la manera en la que ha arraigado esta red social en la juventud española parece que vamos a tener 20 para rato. ¿A cuento de qué viene esto?

El otro día en una charla entre jóvenes con una cámara de fotos por medio, me di cuenta de la magnitud de la conquista que ha realizado la página azul. Columna vertebral de su funcionamiento y principal atractivo es el hecho de poder compartir fotos. Pues bien, tras haber hecho yo una instantánea a dos personas, una de ellas, chica por supuesto, augurando estar descontenta con lo que le iba a mostrar la cámara dijo: "Bueno, que mal he salido, espero que no la subáis". Ni siquiera le hizo falta hacer referencia al tuenti porque estaba implícito en lo que decía. Y todos los que estabamos allí le entendimos. Después de esto creo que no alcanzaré a ver la muerte de ese mal, por lo menos en unos cuantos años.

¿Quién demonios utilizaba antes la palabra etiquetar? Su uso debe de haber aumentado en un 99%, sobre todo entre la juventud.

miércoles, 11 de febrero de 2009

La música house y las discotecas

Cuando uno sale de discotecas, no espera encontrarse oyendo a Led Zeppelin o Aerosmith. Generalmente cuando salimos de fiesta ya sabemos a lo que nos atenemos. En los años 90 el bacalao era el rey, y este ha derivado en diversas ramificaciones las cuales dado mi ignorancia con respecto a este tipo de música, no se diferenciar ni lo más mínimo. A mi todo me parece igual. Ni que decir tiene que lo que yo considero música, a un nivel de significación básico, son los sonidos que generan los músicos con sus instrumentos, con acompañamiento vocal o sin él.

No me gusta la música rap por el simple hecho de que en la mayoría de los casos utiliza una base que se repite durante toda la canción, para que el cantante vaya introduciendo sus rimas. Pero al menos hay una letra que tiene sentido y suele ser en muchos casos reivindicativa. Los raperos escriben y se estrujan los sesos para construir sus rimas y expresar sus sentimientos a través de ellas. Lo que no veo es en las voces ninguna aproximación a lo que es cantar en sí mismo.

Pero la música que oímos en las discotecas no me merece ningún tipo de respeto. No tiene ni mérito instrumental y las letras merecen un comentario a parte. Y esque escuchando algunas de las lindezas que alegremente sueltan en estas canciones se te olvida por un momento que tu cerebro está siendo taladrado poco a poco gracias a un ritmo que es algo más que machacón. Todo esto viene a cuento de una canción que no sé el tiempo que tendrá, pero he tenido el disgusto de escucharla alguna vez, no sin quedarme asombrado. Parece que como las canciones están en inglés pues a la mayoría de la gente no le importa mucho lo que dice la voz sintetizada del tonto de turno. Me acuerdo por ejemplo de una canción que, traducida, decía algo así como "En el asiento de atrás de mi coche les doy duro, me gustan las negras, chinas indias..." Unas composiciones muy inspiradas y reflexivas que ahora tenemos el privilegio de escuchar en español.



"Yo lo que quiero esque todas me coman la "
Este es el canto de la juventud en 2009. No cabe sino imaginarse a las chicas de 16 años bailando con ímpetu al compás del "chunta chunta" sin pararse a pensar qué es realmente lo que están escuchando. Al fin y al cabo entregarse a esta canción es estar de acuerdo con su estribillo, o así pienso yo. Es como si el intelectualismo de la letra de las canciones del reguetón hubiera invadido a este otro estilo, generando un engendro musical que se extiende peligrosamente. ¿Qué harías si tu hija de 14 años se bajara la canción y la escuchara a diario? ¿Y si se inventa un baile?

¿Qué será lo siguiente?

El comienzo

Aquí está mi nuevo blog. ¡Que maravilla!

¿Por qué he creado un blog? Pues nosé, por si algun dia se me ocurre alguna gilipollez, ya tengo disponible una especie de cuaderno en Internet para que la gente la lea y la olvide tres o cuatro minutos después. O para poner alguna canción que otra... o quién sabe.

¿Y el nombre? Yo que sé. No sabía como llamarlo así que le he puesto Genitivo Sajón.

¿Por qué? Pues porque suena de putísima progenitora como diría McLovin.

PD: La administración del blog está abierta a cualquier tipo de colaboración, filtración informativa o rumor. Las informaciones recibidas serán publicadas "ipso facto" sin la previa labor de contrastación de las mismas. Las 5 W del periodismo no existen aquí.