martes, 31 de marzo de 2009

Vuelve el Festival de Málaga

Málaga se convertirá un año más en la meca del cine español a partir del próximo 17 de abril. Llega el Festival de cine a nuestra ciudad y son estas las oportunidades que deberíamos aprovechar si queremos que la candidatura a Ciudad Europea de la Cultura 2016 no suene a chiste, pero lamentablemente es así. Sólo había que observar con divertida ironía como el pensador de Rodin, que podría ser considerado como monumento internacional al pensamiento, presidía hace bien poco la entrada de la calle más importante de una ciudad en la que pocas personas ejercitan el cerebro. La fiesta del cine que es hoy en día el Festival de Málaga no podía imaginarse ni mucho menos cuando empezó hace ya doce años, pero fue sin duda la inteligente elección de largometrajes del tipo "Al otro lado de la cama" o "Días de fútbol", comedias españolas graciosas (especímines extremadamente bizarros que aparecen muy contadas veces y en condiciones excepcionales) las que llevaron a un certámen jóven y medianamente desconocido a convertirse en un acontecimiento anual de una repercusión mediática sin precendentes para la ciudad.

El aumento de las audiencias supuso la llegada en masa de los patrocinadores y el vuelco de las instituciones públicas para con "su festival". El dinero entraba a expuertas y la capital de la Costa del Sol tenía la oportunidad de convertirse en la capital del cine español. Desde mi punto de vista, lo que debería de ser el escaparate cultural andaluz ha ido degenerando año tras año hacia el campo de los eventos sociales que se retratan en programas del tipo "Corazón de privamera". Es la total y absoluta fiesta del chismorreo, donde prevalece el mirar a los famosos por la calle en lugar de sentarse en la butaca para comprobar el por qué de su fama. ¿Es esto culpa de la organización del festival?. Ni mucho menos, es más, no tengo ni la más mínima queja hacia los organizadores. Me parece que realizan un trabajo sobresaliente, pero a ellos no les compete lo que circula por las calles. El año pasado, el Festival sólo le dio a los malagueños lo que querían, una alfombra roja gigante para que se sintieran famosos desfilando por una pasarela cuando tuvieran que ir a hacer la compra al Mercadona. No podemos celebrar la fiesta del cine en una ciudad en la que a la mayoría de la gente el cine les importa un pimiento.

El pasado día 29 de Abril tuvo lugar en la sala de los espejos del Ayuntamiento de Málaga, la rueda de prensa de presentación del 12 Festival de Málaga, en la que se arrojaron luces y sombras sobre lo que nos espera este año. De buenas a primeras, el alcalde Francisco de la Torre se mostró orgullosísimo con la presencia del malagueño más internacional, Antonio Banderas, que hará acto de presencia únicamente para entregar un premio. Echando un vistazo al cartel oficial, con una foto gigante de Pablo Ruiz Picasso, parece que los organizadores se han valido de la artillería más pesada de la provincia en esta edición. Los elogios del alcalde se centraron después en Antenta 3 films, la productora de la cadena privada, que ha financiado dos títulos que se proyectarán en la sección oficial: Fuga de cerebros y Pagafantas. De entrada no parecen Casablanca, ni mucho menos. La intervención del representante de Antenta 3 me pareció total y absolutamente abominable. Con acentuada brevedad, centró su intervención en "tranquilizar" a los malagueños ya que los actores de las series de éxito de la cadena tenían obligaciones contractuales para acudir al festival. Antenta 3, por una vez más, se ocupará de llenar las calles del centro histórico de quinceañeras histéricas y sobrehormonadas llamando a grito pelado a los protagonistas de "Los hombres de paco" y saludando a las cámaras. Realmente compadezco al chófer del Conde o del Duque, o de quien esté de moda. No me gustaría estar en la tesitura de encontrarme en un angosto callejón con 50 Jennys con sobrepeso y dispuestas a todo por un simple autógrafo.

Aspectos positivos que podemos destacar en lo que atañe estrictamente a la estructuración del evento son los intentos de la organización por hacer llegar a toda la población la esencia misma del festival: El cine. La totalidad de las películas a concurso serán proyectadas en Vialia, que ha cedido cinco salas, a las que se podrá acudir en transporte público desde el teatro Cervantes. Los precios para poder disfrutar de un estreno a nivel internacional dejan de ser tan privativos como otros años. Todo un acierto de cara al público que, esperemos, responda al llamamiento.

jueves, 26 de marzo de 2009

Los alternativos

No soy ni mucho menos un ferviente seguidor de la moda ni estoy al tanto de lo que se lleva o se deja de llevar. Además, mis gustos musicales están alarmantemente anticuados por lo que puedo estar seguro de no encajar en ninguna de las subculturas juveniles que hoy en día llenan las calles de las principales ciudades españolas, y tampoco me preocupa mucho. ¿Por qué entonces escribo sobre una de ellas? Por iniciativa conjunta con un par de blogs amigos, y por que puedo se me podría considerar un observador "imparcial". ¿Y de quién voy a hablar? Ni yo mismo lo sé a ciencia cierta. Cómo reza el título de esta entrada me refiero a los alternativos o "indies" (independientes). Términos que aluden claramente a un distanciamiento de estos jóvenes de sus coetáneos por que ya la misma palabra lo dice: alternativo es diferente. Lo que ocurre es que cada vez hay más gente diferente y estos corderitos corren el peligro de caer de nuevo en la mediocridad de la masa a la que detestan, de la que no se consideran miembros.

¿Cómo son? La mayoría son delgados, como si ser indie conllevara tener un desorden alimenticio, y acentúan esa delgadez embutiendose en pantalones de pitillo (si son de un color llamativo mejor). Han traido de vuelta a nuestros días el modelo de gafas "Ray Ban" que solían llevar los Blues Brothers y muchos de ellos llevan el peinado cacerola (para llevar a cabo este corte de pelo se coloca una cacerola en la cabeza y a continuación se cortan los cabellos que sobresalen) con o sin sombrero típico de la gran depresión. Imaginense ahora la estampa... Pues eso para mí es un "indie".

¿Dónde los podemos encontrar? En el césped de cualquier parque público, rezongando y entrando en contacto con la madre naturaleza. Estos alternativos de hoy en día son bastante bohemios y reflexivos y esto se refleja en sus textos, en su música, en sus artes... Todas estas cosas, sin excepción son un coñazo (veáse aquí mi marcada imparcialidad eh?). También se les puede ver en cualquier bareto en donde pueden mantener una desanimada charla sobre la decadencia del mundo moderno, agarrados a una cerveza heineken. Sí, nunca sueltan esa maldita cerveza. Algunos creo que la llevan vacía de casa, así los argumentos en sus charlas puede que sean más poderosos con una cerveza en mano.

¿Qué música escuchan? La música es un factor diferenciador en cualquier moda, subcultura, grupo juvenil o como lo queramos llamar. Es la música de los Sex Pistols lo que utilizaron los jóvenes ingleses a finales de los 70 para arremeter contra el poder establecido, contra el mobiliario urbano y contra todo lo que representase el órden público: Fue su factor diferenciador.
Los indies se diferencian con una música dispar y esque el término indie, referido a lo musical, crea más problemas incluso que a la hora de clasificar a las personas que nos acontecen en este texto.
La casa azul, Deluxe, Vetusta Morla, Lori Meyers, Los Planetas... Todos los grupos que el indie de turno escucha porque un día le sonó el despertador y se dijo a sí mismo "Tengo que quitar todos estos posters del Canto del Loco de la pared y convertirme en un ser diferente, como lo que soy". Ahora mismo reniegan de la música comercial cómo algún descerebrado reniega del holocausto, pero podríamos tirar de documentos gráficos para poner en su sitio a estos personajillos. Además, con el creciente aumento de indies se corre el peligro de que su música se expanda hacia terrenos comerciales y se tengan que reinventar a sí mismos, escuchando a grupos más escatológicos, malos y vomitivos como este.




lunes, 23 de marzo de 2009

La crisis

Venía pasando desde hace un tiempo que al mundo le costaba llegar a fin de mes, pero a los ciudadanos de a pie, ilusos con su pan y su circo, les ha llegado la noticia del tsunami cuando ya se les había inundado el garaje. Hemos entrado en una etapa de recesión económica, y más nos vale apretarnos el cinturón porque se avecinan tiempos aciagos cuyo final, según algunos expertos, es difícil de pronosticar. Los medios de comunicación se han encargado de amplificar la voz de alarma y de inundar el panorama informativo de términos económicos y de análisis de andar por casa: Las páginas salmón ya no son las prioritarias para envolver el pescado. Todos nos preguntamos que es lo que ha pasado y porque el régimen económico mundial se está viniendo abajo. Hipotecas basura de los Estados Unidos, préstamos de bancos a inmobiliarias, el fin del capitalismo... Valorar la situación por mi parte sería meterse en terreno farragoso.

Lo que es cierto es que la crisis es un asunto de relevante importancia en la agenda de los medios (exceptuando a veces algun crimen de inusitada repercusión mediática). Esta agenda de temas es la que llega al ciudadano de a pie día a día. Si alguien llevara a cabo la tediosa tarea de contabilizar el número de veces que el término crisis aparece en un periódico de información general no podría refutar mi planteamiento de ninguna manera (Dicha tarea debería ser llevada a cabo por un jubilado o por alquien con mucho tiempo libre).

Hasta de los malos tiempos aparece gente capaz de ver el lado bueno y aprovecharlo. Los Relaciones Públicas profesionales y amateurs hacen su agosto con este panorama. Los eslóganes aparecen en todo tipo de establecimientos: "Desayuno contra la crisis", "Vencemos a la crisis: todo a 1€", "La solución a la crisis es un revólver con una sola bala. Cómprelo aquí".

Y otra forma de reaccionar ante esta situación es el humor. Los programas de entretenimiento se ríen de la crisis y por ende, la sociedad acude a los chistes para desahogar tensiones y "quitarle hierro al asunto". Curiosos los seres humanos. Actuamos como John McLane en "La Jungla de Cristal". Perseguido por un comando de terroristas armados hasta los dientes, descalzo y pisando cristales, sólo y desvalido, se limitaba a ironizar sobre su situación: "Si celebran así la navidad, no quiero imaginar como será el año nuevo". La crisis es herramienta imprescindible hoy en día para el chiste fácil.

- Ey, tienes roto el pantalón.
- Ah sí... Ya ves, esque estamos en crisis...
- Jejejeje. Que ingenioso!

El individuo sobreinformado, con términos económicos en la cabeza en la que retumba continuamente la palabra crisis, necesita apartarse del mundanal ruido y abandonarse a un buen CD de música (preferiblemente de rock) para aparcar tensiones.




lunes, 9 de marzo de 2009

Nuevos criminólogos

El cadáver de Marta del Castillo continúa en paradero desconocido. El de la joven sevillana es un crimen, como tantos otros en nuestra historia, que ha dado el salto desde las páginas de sucesos hacia las portadas de los informativos y de otros programas que se dedican a todo menos a informar. Marta se ha convertido en un potente generador de opinión pública desde su desaparición y raro es el caso de la persona que no conozca en profundidad su triste historia, o que ni siquiera haya oido hablar de ella.

Es el morbo de la muerte con el que programas sensacionalistas tipo Ana Rosa Quintana se frotan las manos. Lo mismo les da hablar de Paquirrín que ahondar en investigaciones policiales o utilizar terminología estrictamente legal. No he llegado a ver ninguna tertulia al respecto, pero no puedo dejar de imaginar a los presuntos(a ellos les gusta utilizar mucho esa palabra) periodistas alzando la voz y agitando como chimpancés un montón de papeles con los que afirman tener claves para la resolución del caso.

Y todo este necrófilo espectáculo llega inevitablemente a las retinas de los que consumen telebasura. Por esta razón, el tema candente en cualquier tasca de barrio o verdulería es el devenir de esta pobre chica, víctima de un loco o de un pobre cobarde e infeliz que ha arruinado su ya de por sí triste vida. Estas animadas charlas (alguna he presenciado) están dominadas por la típica señora de avanzada edad que, a grito pelado, sintetiza su tesis sobre el caso en una sola frase "Sin cuerpo no hay delito". He aquí la graduación de una nueva experta en criminología, que tras soltar esto se queda tan pancha, con gesto de satisfacción. Acaba de reproducir la frase que se le quedó grabada en el subconsciente después de hora y media viendo a la tertulia de Cantizano. A partir de aquí surgirán otras intervenciones sobre temas tan controvertidos como la pena de muerte en España, todo esto tratado de la forma más superficial que se pueda imaginar.

Es así como una chica fallecida a una corta edad se ha convertido en un tema de ascensor, de cola de la carnicería. En lugar de hablar del tiempo hablamos de la muerte, de la posibilidad de endurecer las condenas. Es un tema recurrente y en el que es casi imposible discrepar, porque todo el mundo coincide en que el asesino es un cabronazo, por ser suave, mientras que siempre se puede estar en desacuerdo con el frío que hizo el día anterior.

¡Qué venga otro tornado!